Haz que las cosas sucedan!

La teoría de la motivación nos la sabemos todos pero, qué hay de la práctica? Cómo auto motivarse y/o mantenerse motivado en el tiempo?

Parece algo fácil, pensamos: simplemente es darle forma a un objetivo, pienso en algo que quiero y voy a por ello. Sí, vale, pero detrás de eso hay mucho más: el clima motivacional, la orientación de uno mismo a las metas, la determinación, la disciplina, la constancia, el deporte en sí que practiquemos, etc. Se dice que en los deportes colectivos, los deportistas que los practican están más orientados al ego, y los deportistas individuales se orientan mayormente hacia la tarea. También que los chicos muestran, por lo general, más orientación al ego que las chicas, quienes mostramos más determinación y orientación a la tarea. De todo esto habla la «Teoría de las metas de logro» (hay varios autores, de los últimos Nicholls, 1989).

Antes de buscar una necesidad y hacer por satisfacerla, hay que tener en cuenta estos factores, así como intentar que sea una necesidad/objetivo realista y coherente, esto lo sabemos todos, lo difícil es aplicarlo. Y si el objetivo no es realista, entonces es que nos estamos engañando a nosotros mismos!

Orientación y Éxito

Con la motivación logramos compromiso, energía, nos ligamos más al deporte que practicamos, así que tiene, por tanto, un componente psicológico que dirige nuestra conducta. Conforme vayamos dominando la tarea o disciplina que practiquemos, con el paso del tiempo, notaremos un progreso personal, superación y mayor capacidad para desarrollar esa disciplina. Esto lo traducen como «éxito». Pero ojo, el éxito puede ser dañino. Me refiero a que este puede ser tanto motivador para auto superarse más, como motivo de presión y por tanto, y en algunas personas, de desmotivación y abandono. Así que puede ser un arma de doble filo. En este sentido, es importante preguntarse a uno mismo: «qué es lo que quiero conseguir con esto: ganar al fulanito o menganita? mantener mi forma física? mejorar mi salud y calidad de vida?, etc».

Todo es cuestión de prioridades, y de personalidades, pues quien desde siempre tiene rasgos competitivos (extrapolándolo a todos los campos), en el deporte siempre querrá vencer (orientación al ego), y si no lo consigue se sentirá insatisfecho y decepcionado consigo mismo, e incluso podrá sentir culpa y ansiedad.

No quiero decir con esto que el clima de ego sea totalmente dañino, sin embargo, todo en su justa medida. Creo que hay que trabajar el ego para obtener el beneficio del orgullo, el orgullo de nosotros mismos, y más bien orientado hacia la autoestima. Si bien es cierto que personalmente siempre apuesto primero por un clima de esfuerzo-mejora, determinación y desarrollo de habilidades.

Alerta con el éxito! Yo digo que no disfruta más el que más éxitos tiene sino el que se siente libre sin presiones de hacer ni demostrar.

Clima motivacional

He mencionado antes el clima motivacional, refiriéndome a las señales externas, las que provienen del entorno y a través de las cuales se definen las claves del éxito y del fracaso. Me refiero a figuras como el/la entrenador/a, la familia, los amigos/as, medios de comunicación, etc. Para algunas de estas figuras puede que lo más importante sea la victoria y la demostración de capacidad y rendimiento (aquí hablamos de clima de ego), o por el contrario, que sea el esfuerzo, la mejora personal y el desarrollo de habilidades (clima orientado a la tarea).

Todos los que practicamos un deporte y competimos, alguna vez hemos oído eso de: «¡hoy hay que hacer podio, eh!?» u otras frases como: «¡has de ganar a fulanito o menganita!», o la mejor para mí es: «¿cuánto tiempo vas a hacer?» (y mi respuesta es: «lo sabrás cuando la termine» 😛  jajajajajajaja).

Pues bien, todas estas locuciones las podríamos englobar en un clima de ego, que es lo que ese colectivo parece esperar del deportista. Y en el fondo no son más que frases vacías (que les digo yo), bastante alejadas de la motivación que se quisiera transmitir.

Si bien es cierto que hay deportistas que «funcionan» y se motivan con este tipo de comentarios, y puede representar para ellos un aliciente o la zanahoria.

Falta de motivación

Dentro de la motivación, bien sabemos existe la intrínseca – que proviene de un interés interno o personal-, y extrínseca – que proviene de estímulos externos-,  pero también existe la amotivación. Esta se refiere a que el deportista no tiene intención de realizar algo y que su actividad sea desorganizada y pueda sentir frustración y/o miedo: es la ausencia de motivación (o desmotivación). Podríamos decir que el deportista se halla en un clima desorientado y no hay identificación ni motivación que provengan de él mismo (intrínseca) ni de su alrededor (extrínseca). En este estado, la persona tiene un nivel bajo de autonomía, competencia y pertenencia.

Con un ejemplo: un atleta con buenas condiciones físicas, que se pregunte por qué practica ese deporte y que no le vea ningún beneficio particular asociado con él (sería el «hacer por hacer» o «por costumbre»). Y si además tiene un familiar que le diga qué competiciones hacer y además, contínuamente y después de cada entreno o carrera, le diga que su marca no está mal pero que podría haberlo hecho mejor, o peor aún, le dé reprimendas si no consigue estar en los primeros puestos. Este obviamente no es un escenario nada favorable para el deportista, y por desgracia hay muchos, aunque no nos lo parezca. Aunque los motivos de esa amotivación puedan ser muchos…

Por otro lado, cuando antes escribía sobre el éxito, si concentramos siempre el interés en ganar a otra persona o equipo, hablando del deporte en general, se puede perder el placer intrínseco de practicar ese mismo deporte, y caer en la amotivación o desmotivación.

Disciplina y constancia

Imprescindibles para la consecución de nuestros objetivos, cualesquiera que sean. Sin disciplina ni constancia no hacemos nada, nos alejamos del camino y nos perdemos!!

En este sentido, para mí hay 3 tipos de deportistas:

– Los autónomos (yo me lo guiso, yo me lo como): algunos deportistas entrenan por su cuenta, en ocasiones de forma desordenada y anárquica. Si bien entrenar sólo requiere disciplina y constancia, y pueden vivir felices con ello, hay que tener en cuenta que el progreso se ralentiza y, lo más importante, puede que la ejecución de los ejercicios no sea la adecuada y puedan hacerse daño o lesionarse si no tienen conocimientos específicos del qué hacer, cómo hacerlo y en qué momento.

– Los dependientes: deportistas que necesitan siempre ir con alguien que los «arrastre» para ir a entrenar, porque sólos no tienen la determinación ni la voluntad de hacerlo. Carecen, por tanto, de disciplina y constancia. Se mueven sólo por estímulos externos.

– Los sectarios (de buen rollo): los deportistas que entrenan por y para un grupo, interaccionan constantemente con éste y se sienten fielmente identificados y siempre entrenan entre ellos. Generalmente tienen un líder que los guía o entrena. Suelen estar muy motivados, llevados por la dinámica del grupo y de los objetivos comunes.

En este sentido, apoyo totalmente la idea del entreno en grupo, de que alguien te guíe y asesore para la consecución de tus objetivos y la correcta ejecución de la actividad física, y sobretodo porque es un apoyo motivacional muy grande. Y por supuesto para la orientación al rendimiento y la mejora contínuos y graduales. De las experiencias que he tenido tanto en un lado (entrenada) como en el otro (entrenadora), he obtenido tales conclusiones, y me ha hecho madurar como persona y deportista, así como adquirir experiencia (a parte de la formación específica), en la práctica del deporte en general y en el triatlón en particular.

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Objetivos personales

Referente al último colectivo que he comentado (los sectarios), me gustaría aclarar un tema en cuanto a la definición de objetivos. En ocasiones he visto situaciones que se repiten, y es aquí donde hay que ser coherente y realista; el objetivo de un grupo no tiene por qué ser el nuestro, pues va a depender de muchos factores: del tiempo que haga que practicamos ese deporte, de nuestra condición física en general, de nuestra fortaleza mental (en especial si queremos afrontar una prueba de larga distancia), del tiempo real que le podamos dedicar, de la infraestructura de que dispongamos, de nuestra economía (no nos engañemos, hay deportes caros y el triatlón es uno de ellos!), etc.

Lo que está claro es que no todo es negro ni blanco, que siempre hay que encontrar un equilibrio en todo, que precisamente es lo más difícil 😛  Orientación al objetivo (grande, pequeño, a corto plazo, a largo plazo, etc), esfuerzo, constancia y sobretodo disfrutar de lo que se hace. Los que no somos «pros» nos movemos por el disfrute, por sentirnos bien y porque amamos el deporte!!!

En mi experiencia deportiva, he tenido épocas más motivada, otras menos. Lo que está claro es que en la vida te has de ir proponiendo pequeñas metas, e ir trabajando para conseguirlas. Es como tu «zanahoria». Si he estado menos motivada no me he sentido víctima ni perdida, sino que he pensado en ello como una oportunidad para descansar y/o tomarme unas vacaciones. De esta «oportunidad» escribía un gran Clemente Alonso en uno de sus artículos de la revista «Triatlón» (2013), pero refiriéndose a las lesiones (otro tema que puede causar desmotivación); hay que ver las inclemencias como una oportunidad y no caer en el victivismo ni la apatía. En este caso, entrenamiento cruzado, que no es más que practicar otras disciplinas deportivas que nos ayuden a mejorar (o al menos a mantener) el rendimiento de otras disciplinas. Por ejemplo, si por una lesión no podemos correr temporalmente, podríamos realizar ciclismo, natación, fuerza, carrera subacuática, etc., dependiendo de lo que el profesional (entrenador, médico, fisio, osteópata) aconseje, según el caso.

Por otro lado, generalmente la definición de muchas metas/objetivos nos estresa. OJO con esto!!! No queramos hacerlo todo, pues podemos tener la sensación de pérdida de control, y lo que es peor, podemos llegar al sobreentrenamiento y/o lesión. TODO EN SU JUSTA MEDIDA!!!

Sobretodo «escucha» a tu cuerpo, porque nadie te conoce mejor que tú mismo. No te dejes influenciar por estímulos negativos, encuentra tu camino y síguelo! Y si es en un grupo con buen clima y ambiente, mil veces mejor!!!! :))

Podríamos estar hablando de esto durante horas y horas…el próximo miércoles 26 de noviembre, daré una charla referente a estos temas, donde podremos desarrollar e ir al detalle un poquito más (lo que dé en una hora y media 😛 ) Os espero!!!